Hace un año empezamos esta aventura, sin saber
cómo resultaría, ni idea de lo que nos depararía y con unas expectativas más
que medidas.
Empezamos
“a las bravas”, con mucha ilusión, pero a las bravas. A los dos días de
una comida solidaria, en la que se habló de la posibilidad de crear el blog, el
padrino Juanra Doral se presentó en la oficina de Global Humanitaria en Madrid
para hablar con Cristina y conmigo. Había creado Bodouakro blog, comprado el dominio
y hecho mil cosas más. Se creó partiendo
de la idea de los padrinos y con la condición de que fueran ellos los que lo
gestionaran y escribieran, como así ha sido.
En cuanto a Cristina y a mí, sólo deseábamos
que quien quisiera pudiera leer e informarse del trabajo que venimos
desarrollando en Costa de Marfil desde el 2006, y en mi caso, siendo la persona
responsable del apadrinamiento, dar a conocer desde dentro y de verdad las
gestiones que se realizan para que funcione, mostrar las dificultades con las
que nos encontramos y poner un espejo para demostrar donde van a parar las
donaciones de los padrinos y madrinas de Bodouakro.
Es evidente que todo esto no hubiese sido
posible si no estuviese alguien realmente implicado detrás del Blog, y en este caso,
desde el primer minuto estuvo Estefanía Díaz, Estefi para nosotros, la “enreda”,
“la rubia lista”. Nos mueve, nos pide lo que necesita, las redes sociales para
ella son como un paseo por el campo, las conoce y controla a la
perfección y siempre se le están ocurriendo ideas nuevas. No soy imparcial, lo sé, empezó como madrina
desconocida y se ha convertido en esa clase de compañeros de viaje que son
indispensables ya en tu vida, lo mismo que María Rubio y María Tejero, que
siempre están ahí y siempre dicen SÍ a
mis llamadas. Paloma, a la que hemos tenido pintando bolsas solidarias hasta
que se le han caído las manos, Gaëlle traduciendo el blog a francés, Fernando,
Juanra, Inma, Paqui… son tantos como 137.
Sigo diciendo y pensando lo mismo, y comentándolo
a quien me quiera escuchar. Somos la primera ONG española cuyos padrinos y
madrinas se han unido para ayudarnos y dar a conocer la realidad de los
proyectos en Costa de Marfil. Y sigo diciendo y pensando lo mismo,
tremendamente orgullosa de todos y cada
uno de ellos.
El camino que recorremos no es fácil, para
nada es fácil, pero seguiremos adelante. Con ellos, siempre con ellos, cuando
flaqueemos sólo tenemos que mirar a los lados para verlos empujando y delante
para vislumbrar la meta.