Desde hace unos años, que comenzó este proyecto de apadrinamientos, he visto crecer el número de solidarios que apoyan este proyecto, a la par que veía cómo crecían los proyectos que dirige Cristina, de la mano de un gran equipo encabezado por Aidén, en Costa de Marfil: colegio, comedor para todos los niños, escuela de alfabetización de mujeres, otro colegio… (ver los proyectos y algunos padrinos)
Pero lo que hace especial este proyecto de Global Humanitaria, lo que hace que los padrinos de Costa de Marfil seamos un grupo involucrado, es cómo Global Humanitaria nos mantiene informados de cada paso a través del e-mail y de las redes sociales, pero, sobre todo, cómo Cristina y Aidén en esa comida que se hace un par de veces al año, donde nos juntamos en Madrid los que podamos, y ellas nos cuentan de 1ª mano los avances conseguidos y los sueños que entre todos podremos hacer realidad (ver aquí la última realizada, en octubre 2018)
Y sí, nos transmiten su entusiasmo y su amor por esa tierra y esos niños y mujeres que no han tenido tanta suerte como nosotros pero que podemos ayudar a que tengan una vida mejor. Cuando vemos lo que se ha realizado nos transmiten la confianza de que nuestro dinero no podría estar mejor invertido, pero cuando comparten sus sueños… ahí hacen que las ilusiones nos inunden y queramos dar un paso más allá e involucrarnos.
Por eso, este grupo de padrinos de ese proyecto inicial, hemos abierto un blog y perfiles en Twitter y Facebook (búscanos por BODOUAKRO) donde una madrina, Estefi, difunde lo que se va haciendo de forma totalmente altruista. En Navidades y comienzo de curso escolar realizamos un aporte extraordinario (los que puedan y lo que puedan) para ese extra que siempre viene bien (mochilas para el cole, mosquiteras para protegerse de la malaria, pollos para criar y mejorar su alimentación…) e incluso hay varios padrinos que han realizado eventos solidarios, a fin de recaudar un dinero extra para los proyectos de Costa de Marfil (desde vender bolsas o pulseras artesanales a subir el reto a todo un mercadillo, o un taller de yoga e incluso un partido de fútbol). En el aire está nuestro sueño: realizar un viaje juntos para ver Bodouakro y el resto de proyectos que estamos realizando en Costa de Marfil.
Porque de alguna manera, un trocito de África se ha metido en nuestro corazón. ¿Le abres el tuyo?
¡Apadrina!