Paralelamente la cooperativa acaba de iniciar la siembra de arroz que se había retrasado por falta de lluvias (que ya han llegado), y por la falta de herbicidas en el mercado. Una vez resuelto el problema de abastecimiento, hemos conseguido la colaboración de jóvenes que se han ocupado de fumigar.
Mientras,trabajamos con la comunidad en tareas de sensibilización sobre la importancia de la formación, de que los niños vayan a la escuela, de mantener hábitos higiénicos, de nutrición... En Bodouakro, el comedor escolar permanece abierto todo el año porque para muchos niños de la zona es la única fuente de alimento diario y las mujeres pueden cocinar allí. De ahí que las instalaciones, aunque básicas, estén abiertas, Durante el curso escolar el comedor está abierto para los alrededor de 211 alumnos matriculados.
Imagen: Arriba, campo de arroz de la cooperativa de Bodouakro. La mujeres buscan y acarrean el agua para llenar la máquina de sulfatar, tarea que se ha realizado gracias a la ayuda de los más jóvenes.(Global Humanitaria/Sapharm)
Artículo publicado por Global Humanitaria. Ver original