"A medida que crezcas, descubrirás que tienes dos manos, una para ayudarte a ti mismo, la otra para ayudar a otros".
Creo que es la mejor decisión que tomé hace mucho tiempo, dedicar mi tiempo personal y profesional para ofrecer mis manos.
10:05h de la mañana de un martes, salgo de casa y cojo el ascensor como otro martes cualquiera. Llego al rellano y antes de salir a la calle, me doy cuenta que en el buzón hay un sobre muy grande.. No puede ser, tan pronto no.. lo cojo, lo miro.. y en ese mismo instante empiezo a saltar de alegría.. es Global Humanitaria... voy a ver la carita de mi pequeño/a.. dejo de saltar y de pegar pequeños gritos.. estoy en el portal y no quiero que ningún vecino me vea. Me tiemblan las manos, no puedo abrir el sobre de tanta emoción y al final.. veo esos ojitos, y que ojitos! Desde ese momento, sé que el amor a primera vista existe! Él aún no me conoce y no sabe quién soy, pero ojalá supiera lo mucho que pienso en él. La ilusión de recibir una carta, de ver sus fotos, saber que desde ese momento, este pequeñajo formará parte de mi vida.
Kouakou Junior, ese es el nombre de mi pequeño, de mi ahijado.
Qué sensación tan extraña de querer a alguien que solo has visto en una foto pero así es, querer.
Siempre he querido apadrinar pero nunca sabía con que ONG o entidad hacerlo, muchas dudas, desconfianza y un día por otro... seguía sin hacerlo. A veces las cosas más importantes llegan de casualidad y así fue cómo este proyecto llegó a mí. Un padrino ya veterano que muchos ya conocéis y un gran y buen amigo mío, Diego Peruga, me explicó, me enseñó y me transmitió el amor por Bodouakro, por la familia que lo forma y, me empujó y me ilusionó a formar parte. Y aquí estoy, escribiendo mi primera entrada en el blog y deseando conocer a la familia Bodouakro.