Hoy he quedado con otra de nuestras “Marías”
es una tarde plomiza de estas que hemos tenido estos días en Madrid en las que
te pesa todo. El bochorno es tal que hemos quedado en una terraza cerca del
Retiro de esas que tienen “fu, fus” que echan agua. Llega sonriendo y
corriendo, me he dado cuenta de que la mayoría de los padrinos con los que me
he tomado algo este año sonríen, y enseguida me planta dos besos de esos que
dejan huella.
Empezamos por un café con hielo y nos ponemos
a hablar sobre el blog, de ideas nuevas para la próxima temporada. María es
periodista pero se dedica a la comunicación y pronto se nos abre un abanico de
posibilidades que nos hace tanta ilusión como el estreno de la última de la
saga de Star Wars, de la cual somos fans, o ver en la Scala una de Verdi.
Siempre fue una niña muy independiente y, por
lo que me cuenta, puedo adivinar que heredó la sociabilidad de su padre y el
amor por la lectura de su madre. Hablamos de cine, música, libros y sus gustos son
tan eclécticos como sus sueños que van desde viajar a Nueva York como ir a
Bodouakro a ver a su ahijada (sé que este es su deseo más preciado). Y cuando
me habla de África, sonrío porque su reflexión abarca todo. “Es un continente superrico, con unos recursos increíbles pero que
nos hemos cargado por nuestra codicia. Es el pasado, porque ahí nació la
humanidad y grandes imperios como el egipcio; y es el futuro, por el enorme
potencial y la riqueza que tiene. Es la aventura, la belleza y el contraste en todos
los sentidos; por eso, también es la pobreza, las radicales diferencias
sociales, las guerras, las enfermedades y el hambre, la explotación y las
dictaduras. Y tiene tanto potencial humano, social y de todo tipo...”
Necesitamos una cerveza y a por ella vamos.
Seguimos hablando de los proyectos y de sus almas que, como todos ya sabéis,
son nuestras Aidén y Cristina. A la primera la considera una Amiga con
mayúsculas. Discreta, inteligente,
lista como ella sola, solidaria, muy buena gente, con un corazón que le rebasa
el cuerpo, divertida, sabe escuchar, negociadora nata,... es alguien muy
especial. Y la segunda representa el tipo de profesional que le hubiera gustado
ser, aunque a María la tele no le va mucho. Como persona destaca su
solidaridad, inteligencia, con un corazón enorme, impaciente y con las ideas
muy claras. Junto con Aidén cree que hacen el tándem perfecto. Tándem que al
final convierte en un microbús con el que queremos viajar a Bodouakro donde
incluye a los padrinos y madrinas a los que admira y respeta.
Acabamos con una copa. Se
nos ha hecho de noche y ha caído un tormentón que la ha dejado no muy fresquita
pero agradable para seguir charlando y riendo. Porque otra cosa no, pero con
María puedes hablar cualquier tema y siempre acabas con la sensación de que
eres un poquito más rico en todos los sentidos, menos en el físico.