Muchos de vosotros no conocéis a Javier de Pablo, incluso mucho de los padrinos tampoco porque rara vez ha podido venir a las comidas.
Llegó a nosotros de casualidad y por Twitter: “Un día, en el
'timeline', vi una foto, la abrí y era un tuit de Cristina. Al ver su perfil,
me enteré de que era responsable de proyectos en Global Humanitaria, le
pregunté y me puso en contacto con Aidén, quien me invitó a las oficinas para
conocer los proyectos. No me lo tuve que pensar mucho. Para mí era una oportunidad
para hacer algo que siempre había querido hacer y aportar de esta manera mi
granito de arena para ayudar a personas que realmente lo necesitan”.
Sin embargo, este ingeniero industrial y gran deportista madrileño se
ha propuesto ir aún más lejos. Quiere afrontar todo un reto: correr dos Ironman
seguidos para lograr la alfabetización de las mujeres de Dema, en Costa de
Marfil. ¡Ahí es nada!
Para ello, ha colgado una petición en la plataforma de
microfinanciación Migranodearena.com
(en el enlace, tienes el acceso directo para donar). El objetivo es de lo más
ambicioso. Ni más ni menos, que conseguir todo el dinero necesario, 6.525
euros, para sacar adelante el proyecto.
A Javier, que siempre ha corrido por disfrute, se le ocurrió que, como
padrino, podía aprovechar las carreras para ir más allá y “contribuir en una
causa social para ayudar a los demás. Y para quién mejor que para Bodouakro”.
Entonces se enteró de un proyecto que en el que también estamos
implicados: el de dotar a las mujeres de Dema de la necesaria educación para
que hagan una gestión económica de sus pobres recursos más eficiente y eviten
los abusos de personas sin escrúpulos que ven en ellas víctimas fáciles para
robarles parte de sus ganancias.
Debes tener en cuenta la enorme importancia para ellas que supone este
esfuerzo. Las mujeres se agrupan en cooperativas para ayudar a la economía
familiar. La falta de recursos hace más difícil la escolarización de los niños.
Dándoles las herramientas necesarias para sacar el rendimiento que se
merecen por su trabajo, matamos dos pájaros de un tiro. Por un lado, mejoramos
la paridad entre sexos en materia educativa; y por otro, conseguimos que,
gracias a un mejor aprovechamiento de los recursos, puedan enviar a sus hijos e
hijas a la escuela, sabiendo, además, que ellas ya sí saben valorar la
importancia de este hecho.
Desde luego, se trata de un reto importante. Pero Javier, como buen
deportista, está acostumbrado a ellos y siempre buscan dar un paso más, llegar
más lejos, más alto y más fuerte.
Si no conoces qué es un Ironman, difícilmente te darás cuenta del
enorme esfuerzo que supone para una persona.
Esta prueba, que nació
a finales de los años 80 en Hawai, comprende, a su vez, tres disciplinas
deportivas: natación, ciclismo y maratón. Es decir, participan verdaderos
hombres y mujeres de acero, capaces de recorrer casi 4 kilómetros en el agua,
180 sobre una bicicleta y más de 42 corriendo.
Y aquí vamos a la enormidad que se ha propuesto nuestro padrino
protagonista. Hacer dos seguidos: el de Mallorca,
el 24 de septiembre, y el de Barcelona,
que es el 2 de octubre. Esto es, aproximadamente, ¡¡8 kilómetros a nado, 360 en
bici y 84 de maratón en dos semanas!! Y todo por ellas.
Imaginarás que el entrenamiento que está realizando Javier es
importante, como nos explica a continuación: “Al principio me preparaba yo
mismo, pero en seguida aprendí de mis errores y en un Campus de Triatlón
organizado por el triatleta olímpico Omar Tayara y Ramón Ejeda, conocí a
Fernando Sancha, un entrenador personal especializado en largas distancias y
grandes retos como el que tenemos ahora mismo encima de la mesa”.
Además nos dice cómo es su día a día: “Fernando, cada domingo, me
envía desde hace 6 meses todos los entrenamientos semanales según mi evolución.
La media semanal de entrenamiento para mi nivel de aficionado es de unas 3
horas diarias complementándolos unas 5 horas los fines de semana con las
salidas de bicicleta. ¿Qué se hace en ellos? Natación, Ciclismo, correr, pesas,…y
muchos días se combinan, por ejemplo 3 horas de bicicleta y luego correr 16km
con series”.
También cuenta con la ayuda de un osteópata deportivo y de “mi amigo
Pablo Lucero que cada semana se encarga de dejarme las piernas apunto y
finalmente David Crespo, nutricionista
que se encarga de acondicionar la alimentación a los entrenamientos. Aún
no sabemos si saldremos con vida”.
Está visto que al elenco de grandes ironman españoles, como Eneko
Llanos, Iván Raña y Miquel Blanchart, hemos de unir el de Javier de Pablo.
Le hemos pedido, por último, que te intente convencer para donar dinero
al proyecto: “No podemos elegir dónde nacemos, pero sí ayudar a las personas
que lo necesitan. Por eso me gustaría contar con tu apoyo para que, entre
todos, aportáramos nuestro granito de arena. Por mi parte, a pesar de que el
cuerpo no se recupere entre una carrera y la otra, lo voy a dar todo para
acabar. Así que ¡¡¡os espero a tod@s en la línea de meta en Mallorca o
Barcelona!!!”
Como bien dice, “muchas gracias. ¡¡Vamos a conseguirlo!!”
Gracias a ti, Javier. No nos cabe la menor duda de que será así.
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