Vi al padre Ángel ayer en la tribuna de invitados del
Congreso de los diputados escuchando al candidato con más cara de resignación
que de esperanza.
Mientras el ponente defendía la necesidad de pactar tres
para echar a uno, el mensajero de la paz seguramente pensaba en los niños que
el día anterior lloraban de dolor en la frontera macedonia. Dolor de frío,
dolor por agotamiento, dolor por el desarraigo y dolor por el gas que la
policía fronteriza había descargado en sus lacrimales.
El día que pudo, contó el padre Ángel a García Ferreras que
cuando fue a ver a políticos de todos los colores y les pidió ayuda para los
refugiados, salió de las reuniones con tarea: “ayúdenos usted”, le
respondieron.
Y se le quedó esa cara que ayer, dos semanas después, aún
tenía.
Y se fue al Congreso, a saber de qué hablan los que
deciden.
¿Y de qué hablan? De lo importante, no.
Gracias Lucia por este maravilloso post. Reconozco mi admiración por el padre Ángel y la labor que realiza. Leerte a sido un placer!
ResponderEliminarAyer mirando las noticias , anunciaban q Europa cerraba las fronteras y yo me preguntó ,se acordarán cdo Argentina y países americanos les dimos la oportunidad a los europeos de radicarse aquí. Estoy orgullosa de ser nieta de Franceses e Italianos , es más tengo ciudadanía Italiana también pero mi corazón dolido por tanta injusticia
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